domingo, 3 de junio de 2012

. 080 .

Bonjour mon chérie!! Con la noticia de que ya se acerca el evento tan esperado por todos los fashionistas de Barcelona. Por ello, en esta ocasión les platicaré una de las más gratas experiencias que he tenido en el mundo de la moda.

Bueno, para todos mis amig@s que viven fuera de Barcelona, el 080 es el principal evento de moda que organiza esta bellísima ciudad con el objetivo de crear una plataforma para todos los diseñadores independientes. Por eso, la creatividad y la innovación son dos invitados que nunca faltan en el evento. En la página Web del 080 http://www.080barcelonafashion.com/ explican que el evento apuesta por la consolidación de "la cultura de la moda", con lo que pretenden ser más que una simple pasarela.
Además, algo que me encanta del 080 es el nombre; es un número que representa el inicio de los códigos postales de Barcelona, "080".


Bueno, al punto. Como les decía... 
Trabajé en los vestidores del evento en su edición pasada (Autumn/Winter 2012-2013). Personalmente, considero que es un trabajo demasiado duro y muy demandante (claro, un evento tan grande como el 080 requiere de amplia disponibilidad para hacer de todo y hasta lo imposible). La mayoría de las chicas que trabajan  aqui de esto son estudiantes de moda o diseño y, en algunos casos como el mío, estudiantes de algún máster relacionado con el medio. (A veces, me pregunto si en los desfiles de París contratarán al mismo tipo de chicas). 


Sólo porque se trataba del 080 estuve dispuesta a padecer el frío de invierno que hacía en el patio de vestidores sin calefacción, de vez en cuando me daba una vuelta por maquillaje, en donde sí tenían. Además, tuve que lidiar con uno que otro ego... ¡Fue una barbaridad! Pero sé y estoy consciente de cómo es que se mueve el mundo de la moda, así que sin importar los contratiempos, disfruté y aprendí con cada diseño que tuve la oportunidad de ver y tocar. 

También, vives momentos llenos de adrenalina en cada parte del proceso del stylist, se los explico de esta manera: primero, cuando ya estaba montado el backstage con la ropa, nos llamaban para hablar con el diseñador o el asistente, de ahí, nos iban explicando, a una por una, el look que teníamos que ponerle al modelo que nos asignaban. Este momento era de total nervios, ya que tenías que fotografiar mentalmente lo que te decían que tenías que hacer, aunque a veces ayudaba un poco el hecho de que tuvieras una foto con el look del modelo (mala suerte que te tocaran fotos en blanco y negro, las cuales eran imposibles de descifrar).


Aproximadamente, después de 20 minutos, las modelos comenzaban a llegar; tenías que vestirlas con el primer cambio. La gran diversión de esta parte era encontrar a tu modelo, porque hay un punto en el que todas parecen la misma persona después del makeup y del peinado. No te quedaba mas que comenzar a gritar el nombre, otra dificultad porque había nombres impronunciables para mi castellanizada lengua. Entre nombres nórdicos o nombres repetidos (como mi modelo Nikola), encontrabas por obra divina a tu modelo. ¡Tremenda pasada! Jajaja...

El poco tiempo disponible que había entre cambios de look lo aprovechaba para mi propia sesión de fotos. Entre 10 y 15 minutos era lo que disponía para documentar todo lo que veía en ese momento. Después de eso, el siguiente era el diseñador que revisaba look, makeup, peinado, modelo... ¡todo! 







¡Incluso a coser los últimos detalles! Esto me subió tremendamente el autoestima al darme cuenta de que hasta los diseñadores pasan por esa lata de coser en el último momento. Por ejemplo, a la modelo de esta foto le tuvieron que coser directamente el vestido, porque no les dio tiempo de cerrar el corset, ni la cremallera, ni nada... ¡Directo a la modelo! ;)
Una vez que ya estaba todo listo y los modelos en fila, ¡comenzaba el desfile con los nervios a todo! Para las chicas de vestuario, los nervios desaparecían hasta que nuestro modelo llegaba de pasarela. Comenzabas a desvestir y a volver a vestir, únicamente, y es que no hay tiempo ni de respirar. Las chicas te ayudan, desde que entran al backstage, las modelos ya vienen quitándose los accesorios o alguna prenda. Necesitas apurarte para que quede listo el segundo look y de ahí... ¡Listo! Otra vez a pasarela. Tú mientras te quedas recogiendo y buscando el primer look que salió volando con el cambio por todos lados. ¡Pfff.... Ese es el trabajo en los vestidores!

A pesar del viacrucis, lo cool de todo esto es la cantidad de gente a la que llegas a ver. Pude conocer a grandes modelos españoles que están en la cúspide de su carrera, como Jon Kortajarena. Con escucharlos, te das cuenta de que son personas "normales" que hablan de temas de lo más remotos y común. Eso sí, conforme van pasando los días, el buen humor se va esfumando. Para el último día, unos ya no quieren ni que los toques o mires. Pero bueno, ¿quién no se harta de 3 o 4 días de levantarse súper temprano y de acostarse más que tarde?

El amigo Jon Kortajarena



 En el primer día del 080 (el más light de todos), me tocó vestir a chicas con la marca TCN.
En el siguiente día, ¡me tocó vestir a Clara Alonso! La top madrileña que ha trabajado en campañas publicitarias de Guess, de Armani Exchange y de Adolfo Domínguez, o que ha desfilado con Diane von Furstenberg o Custo Barcelona, o que incluso ha trabajado con Jarabe de Palo en un videoclip. Ese día un compañero de vestuario me dijo que trabajar con una top era algo fuerte: entre "no me toques", "no me mires", "ashhhh yo me lo pongo" o lidiar con el "mal humor que les deja alguna dieta". Yo estaba aterrada, porque claro, Clara no sólo tenía que cuidarse para cualquier campaña, desfilar para Victoria's Secret no es que te de oportunidad de descuidar el régimen cuando quieras y yo WHAT?!?!? OH MY DIOR, I WAS DRESSING AN ANGEL!!!



Con el susto que mi lindo compañero me había dado, comencé el día en el vestidor a lado de Clara Alonso. ¡Qué sorpresa! La chica fue de las más monas y lindas. Una amiga que estaba conmigo me dijo que ya había trabajado con ella el día anterior y estuvo de acuerdo conmigo: Clara es majísima. Incluso hicimos bromas por que estuvimos trabajando los cambios  en una esquina de lo más incómoda. Eso sí, para el tercer día del 080, no hubo más bromas, Clara, yo y todos los chicos ya estábamos hartos y cansados... Lo único en lo que pensábamos era en nuestra cama. 

Finalmente, les comento que en esta edición estuvo como diseñador invitado Pierre Cardin, grandísimo diseñador conocido por su estilo vanguardista y sus diseños de era espacial.
Para la gente que estuvo en pasarela, el desfile fue todo un show. ¡No se esperaba menos de un invitado de este calibre! Para backstage, fue un verdadero viacrucis. Tratándose de Pierre Cardin, cualquier persona se imaginaría que el equipo sería más que completo y eficaz... No fue así. 
Increíblemente, se trataba de dos señoras, vestidas con un estilo muy Karl Lagerfeld, que no hablaban ni inglés ni castellano ni catalán, vamos, sólo francés. Llegaron, colgaron la colección entera, empezó el show y con él la pesadilla en backstage. La colección, magnífica por cierto, era interminable, ¡enorme! Era conforme salía y regresaba cada modelo que se elegía el próximo look, cosa que no logramos entender sino hasta la tercera vuelta. Zapatos volando, chicos y chicas buscándolos por el piso, pares impares... pesadillas.




Algunas modelos tuvieron que salir sin zapatos, además de enojadas con las dos señoras francesas, y también con el personal de vestidores, al pensar que era nuestra culpa la desorganización. 

Al final del día, mi trabajo se había reducido a recoger todos los increíbles diseños del señor Cardin del suelo y a tolerar una que otra cara de las modelos. ¡Chicas, no era nuestra culpa!
Recuerdo el cuadro: al terminar el desfile, una de las señoras francesas se disculpó con una modelo. De lo poco que pude entender con mi mal francés, había dicho "perdón, perdón, pero ya se acabó, gracias por todo", a lo que la modelo le contestó "¡Perdona nada!"...... Vamos, y es que ya era lo último y estábamos ahí por el puro amor a la moda, porque el cansancio era lo único que se le venía en mente a cualquier persona ajena al 080 que nos viera. 

¡Hey! En la vida hay pros y contras de todo lo que hacemos, en esta experiencia, sin duda me quedo con los pros. En conclusión, el trabajo en vestidores es tan importante y único como el de cualquier otro integrante de un desfile. Sin este, simplemente las chicas no podrían cambiarse a tiempo entre look y look. Sin duda, estaré en la próxima edición del 080 como espectadora, o por qué no, nuevamente en vestidores para aprender algo nuevo. ;)








Beshitos y nos leemos pronto, S.



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